Ensanche, del XIX al XXI
El Correo. Especial ciudadanos. 15.5.2022
Nuestro Ensanche decimonónico (siglo XIX) se trazó coincidiendo con la llegada del ferrocarril en 1864. Los ensanches urbanos del siglo XIX -también el nuestro- fueron un movimiento urbanístico asociado a la modernidad, una apertura al espacio abierto de los nuevos tiempos de progreso económico, científico y social, por oposición a la actitud tradicional y defensiva de la ciudad medieval con sus calles gremiales, sus mercados, sus murallas, sus retretas y portazgos.
El centro vitoriano -el Ensanche-, lugar de encuentro cargado de espacios históricos, comerciales, culturales y de sociabilidad, obra del genial arquitecto Olaguíbel, se enfrenta, a pesar de todos sus activos, a un momento crítico. El Ensanche no se resigna a ser simplemente una zona residencial o dormitorio y ambiciona mantener otros atractivos vinculados a las nuevas tecnologías (parque tecnológico urbano, un espacio de coworking, ¿por qué no una gestora de coworking, Elkaralan XIX, orientada a la satisfacción del emprendedor basada en la cooperación público privada?). Un proyecto en red con promociones de otras ciudades más grandes, con posibilidad de compartir espacios en esas otras ciudades.
El Ensanche no puede renunciar a su vocación comercial. Necesita un plan de dinamización de esa actividad vinculada al centro, que podría ser gestionado por Gasteiz On, que recuperaría así su sentido fundacional.
Para que esa vertiente comercial y empresarial sea viable es imprescindible un acceso al Ensanche desde dentro y desde fuera de la ciudad, con aparcamientos disuasorios conectados al transporte público y naturalmente con una planificación logística de última milla que permita a los comercios recibir sus mercancías de una manera previsible y compatible con otros usos, lo que exige un diagnóstico de la carga y descarga en la actualidad, los espacios reservados y la convivencia en los espacios peatonales.
El programa Bitartean puesto en marcha por la Asociación Ensanche XIX pretende que los locales y escaparates -espacios privilegiados de la ciudad- en ningún caso se encuentren cerrados. Para ello se proponen actividades expositivas privadas y públicas que los ocupen ‘mientras tanto’ (‘bitartean’ en euskera) mediante contratos en precario que regulen lo básico: gastos, posibilidad de ingresos, comisariado, imagen, acondicionamientos, etc.
El Ensanche tiene enclavados o próximos agentes urbanos, culturales y económicos como el Círculo Vitoriano, los cines Florida, librerías como Casa del Libro, Elkar y Anegón, comercios emblemáticos de la ciudad, asociaciones como Gasteiz On, instituciones como el campus de Álava de la UPV/EHU o la Cámara de Comercio… que están interesadas en la revitalización de la zona.
Sería valioso para renovar el dinamismo del Ensanche que las diferentes comunidades de propietarios de cada manzana o calle puedan analizar problemas comunes y acordar soluciones integrales en ámbitos tan sensibles, en estos momentos, como la rehabilitación de edificios y la implementación de formas de mejorar la eficiencia energética y la accesibilidad o la adaptación al cambio climático mediante fórmulas de sombra inteligente en los patios de manzana, cubiertas verdes, protección de las fachadas más expuestas, diseñando formas de esponsorización y custodia para la conservación de los espacios revegetados y con búsqueda de la participación en proyectos de la UE.
Son muchas las posibilidades de mejora y dinamización, sólo hace falta voluntad y organización. La creación de la Asociación Ensanche XIX está directamente vinculada a la conciencia cada vez más clara que tenemos los vecinos del centro de que este espacio urbano es un activo para toda la ciudad y que hay iniciativas públicas que pueden ser útiles para revertir el estancamiento de un centro urbano de estas características. Como propuesta, desarrollada en su página web, la asociación ha formulado un plan estratégico para el centro en torno a cinco ejes que señalan problemas y oportunidades del centro: renovación económica, rehabilitación, movilidad, convivencia cívica y cultura.
Como dice el lema de nuestra ciudad, ‘esta es la Vitoria que vence’. Pues eso.
Por la Junta Directiva, Javier Otaola. Eje 5