CAE EL ÚLTIMO ÁRBOL DEL PATIO

Este pasado día 6 de agosto, con la alevosía de las fiestas de La Blanca, en el Ensanche de Gasteiz, muy cerca del Caminante, posiblemente han talado el último árbol de nuestro patio de manzana. Un abedul fuerte y hermoso, de unos veinte metros de alto, que era también refugio de todos los pajarillos del entorno.

Una sombra menos, en un día de intenso calor, que nos recordaba oportunamente que nos debemos ir adaptando a un clima cambiante. Una época la nuestra para plantar. No para talar. En la que propiciemos espacios urbanos más frescos en verano; en especial en nuestros patios de manzana. Nos queda la uralita bien recalentada… Y la capacidad de aprender.

Probablemente también, el perpetrador de la acción, está en su derecho. Querría adecuar al máximo su local de la planta baja, para albergar la enésima franquicia que intentará sobrevivir en esta sociedad empachada de consumo. Mal fario si empezamos amputando el verde.

El paisaje más importante es el que vemos a diario. Desde la asociación Ensanche XIX, queremos imaginar en el futuro unos patios de manzana con paisajes muy mejorados. Patios que alberguen en su interior mucha actividad económica y comercial. En los que además, frente a las áridas cubiertas de fibrocemento, prosperen las cubiertas verdes y ajardinadas. Patios frescos, tranquilos y silenciosos; con árboles y vida. Con fachadas interiores bien pintadas, hasta las más humildes.

Que el duelo por la pérdida de este abedul, catalice nuestra reacción de mejora.

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